lunes, 28 de julio de 2014

6 años esperándote

Hoy hace exactamente 6 años que alguien colocó la fecha 28 de julio de 2008 en un ofrecimiento de paternidad para un menor de origen chino. Hoy, 6 años después, con la vida totalmente cambiada en la que ya nada, absolutamente nada, es lo mismo, lo único que sigue existiendo es la esperanza de que algún día pueda conocerte. Cada 28 de julio es un día especial. Es el día en el que elaboramos el cartel, la pancarta, el cuadro indicando los años que llevamos esperando. Vamos envejeciendo. Tu prima va creciendo.  Algún día esas fotos ocuparán el apartado Esperándote en tu álbum de fotos aunque quizás arderán en una hoguera en la noche de San Juan. Celebramos una fecha sin saber si es la fecha real. Así son las cosas cuando adoptas… muy pocas veces tienes certeza de las cosas. Desde hace muchos años es un sueño que vive dentro y que te recorre las entrañas cada día 28 pero que cuando coincide con el mes de julio, te lo recorre un poquito más.

Hoy hace 6 años que el expediente está en China. 6 años y 8 meses desde la solicitud que tenía que coincidir con mi 30 cumpleaños. Muchos años antes imaginándote, formándome para tu llegada. He soñado numerosas veces contigo y es que esta espera indeterminada te regala tiempo para muchas cosas. Te he imaginado con mil caras y tamaños diferentes pero siempre hay un momento que se repite; tumbados en la cama y vencidos por el sueño, me despierto con unos ojos de media luna en mi cara. Puedo sentir tu respiración. No quiero volver a dormirme por si desapareces una vez más como tantas y tantas veces ha ocurrido al despertarme. Abro los  ojos te hago cosquillas con mis pestañas. Te mueves. Te toco. Me entran unas tremendas ganas de llorar. Y hasta hoy… me he despertado con el alma encogida y las lágrimas en las mejillas.

También se repite el momento en que estoy a punto de llegar a ti. El cuerpo se me descompone, las lágrimas afloran, apenas puedo tenerme en pie, siento que me voy a desmayar. Emociones demasiado intensas, demasiado esperadas, demasiado soñadas como para que ardan una noche de San Juan.  

Siempre pensé que tendría 38 años cuando llegaras. Si es así, todavía nos faltan dos esperándote. La realidad marca que serán muchos más… casi tantos que ya no sé si recordaremos que esperamos. Nos hacemos mayores, más cómodos… y nos planteamos otras formas diferentes de paternidad.

Siempre pensé que tendrías alrededor de 15 o 18 meses. Siempre pensé que serías un niño y no una niña, aún cuando hace 6 años sólo asignaban prácticamente niñas. Siempre pensé que me asignarían en enero, cerca de mi cumpleaños, porque es el mes en el que siempre viajamos evitando China. No hemos querido ir reservando ese momento para el día en que nos encontremos aunque sin duda viajaríamos acompañando a la familia del corazón en su aventura aunque por el momento nadie nos ha pedido que les acompañemos. Nuestro viaje, sin embargo, será diferente; no faltarán aquellos que nos quieran acompañar y ya los hay con la hucha en marcha por si llega el momento. Si no llega, invertiremos las huchas en mojitos para disfrutarlos en la noche de San Juan mientras arden las fotos de la espera.

Pero el destino es así de caprichoso y, como dijo M una vez que visitó mi blog… ¿sabías cuando pusiste el título a tu blog que tu hilo se enredaría tanto? ¿Sería una premonición? Sea como fuere… tienen que resolverse tantas cosas tan difíciles antes de llegar a ti que de momento sólo puedo vivir el momento cuando me pierdo entre los brazos de Morfeo.


Y no tengo ninguna mejor forma de celebrar este día en el blog que recordando un vídeo que me pellizca por dentro. Y es que, aunque todavía no hayas nacido, ya hay quien te espera para enseñarte a bailar descalz@ bajo la lluvia. 

6 años menos que esperar y mucho hilo todavía que desenredar.