jueves, 23 de diciembre de 2021

Hace un año que somos uno más

Hoy hace oficialmente un año que soy mamá. ¡Ha pasado ya un año! Cómo corre el tiempo.  Y os confieso que la frase que más he escuchado durante estos ha sido "cómo te ha cambiado la vida, ¿verdad?". Y la verdad es que sí, que la vida nos ha cambiado mucho pero ¿Qué cambio significativo en la vida no da un revolcón a lo vivido hasta el momento? porque tener un hijo cambia la vida pero también la cambia un familiar enfermo, perder a un ser querido, casarte, quedarte sin trabajo o encontrarlo, que te toque la lotería o perder todo lo que tienes. ¿Qué cambio importante no te cambia la vida y las prioridades? Si tuviera que describir este último año de nuestra vida diría que hemos dormido una cuarta parte de lo que solíamos dormir, que hemos jugado infinitamente más que antes, que hemos salido a la calle mucho más (que incluso antes de la pandemia), que hemos re-descubierto la magia de muchas cosas para nosotros aburridas hasta entonces, que nos organizamos mejor, que estamos mucho más cansados, que nos sentimos observados en cada cosa que hacemos y decimos, que tenemos menos tiempo libre para nosotros, que estamos enseñando a decir y hacer cosas que pensábamos no volveríamos a enseñar, que salimos a comer y cenar fuera mucho menos que antes (principalmente porque el peque no aguanta quieto en una silla más de 10 minutos), que nos sentimos muy llenos por dentro y que este año ha pasado muchísimo más rápido que todos los anteriores. 

Hoy miro las fotos de hace un año y todavía no me lo creo. Sólo tuvimos 5 días para llevarte con nosotros a casa y cambiar nuestro mundo tal y como lo conocíamos. Llegaste el 23 de diciembre como un regalo de Navidad. Eres pura magia pequeño.  

Gracias, vida, por cederme el honor de ser su madre.

sábado, 18 de diciembre de 2021

1 año desde la llamada

Hace un año, a estas horas, decíamos que sí. Sí a ser papás. Sí a hacer crecer la família que se convertía en numerosa. Veíamos tu cara en estos instantes por primera vez en una foto. Y, esta tarde, te conoceríamos. Recuerdo la angustia, el miedo, la emoción y las lágrimas. La sensación de si estábamos o no tomando la decisión correcta. Era extraño. Y es que nada más saber que éramos papás, cada uno volvía a su trabajo, por separado. Así, sin más. Lo primero que hice antes de volver al trabajo fue  visitar a los recién estrenados abuelos para decirles que habían tenido un nieto y que en 5 días seriamos uno más para siempre. Jamás imaginamos que 37 días después seríamos uno menos, también para siempre. Llegué a casa de los abuelos y allí estaba él, tomándose un café con leche. Al verme entrar a esas horas me preguntó qué pasaba. Le dije que tenía algo que contarle. Me preguntó si era bueno o malo y le dije que no lo sabía. Me dijo que no estábamos para malas noticias. Le dije que dejara el vaso sobre la encimera de la cocina y le dije mientras sacaba la foto de su nieto del sobre: "felicidades papá, acabas de ser abuelo". Me miró, se le llenaron los ojos de lágrimas y me dijo: "¡pero eso es una muy buena noticia hija! Dame un abrazo" Así que me puse a llorar y nos fundimos en un abrazo. Sería el último de nuestras vidas pero soy capaz de sentirlo cada vez que vuelvo a ese mismo instante. Hoy papá, celebraríamos contigo este momento pero no ha podido ser así que nos hemos ido a lanzarte todos los aviones posibles al cielo porque sabemos que, allá donde estés, hoy tú también celebras con nosotros. Te queremos