Y ya van 7 meses

Pues sí... 7 meses han pasado casi sin contarlos. Y lo mejor de todo es que ni siquiera he tenido tiempo de pensarlo.

Llevo muchos días desaparecida, tengo muchísimo trabajo y no veo el momento de desconectar para dedicarme un poquito a mi. El finde... entre trabajo y puesta al día de las amistades, labores, etc... pues tampoco tengo tiempo de ná... ¡Qué voy a hacer cuando sea madre! Dios mío... jajajaj. Sinceramente creo que ocupo mi tiempo porque, en ocasiones, prefiero no pensar.

Estos días se han producido asignaciones. Apenas tengo tiempo de ver el correo pero cuando lo abro y veo 200 mensajes nuevos digo... ¡dios... algo ha pasado! Siempre que hay asignaciones vuelven los miedos... 3 días más. 4 días más. Poco... aunque cierto es que sigue avanzando. Es mejor no hacer cálculos pero la pregunta siempre está en el aire: "¿llegará algún día?"

Imagino que me encuentro en un momento de esos en los que la "montaña rusa emocional" pide que DESCONECTE. Como yo NO SÉ DESCONECTAR, pues tengo que dedicar esa energía en otras cosas (así soy yo, ¡qué le vamos a hacer!) y, al llegar a casa, harta de ordenador todo el día... únicamente lo enciendo en ocasiones para ver qué ha pasado nuevo, diferente... entre todos los blogs que sigo.

Estos días me he llevado una grata sorpresa, una sopresa preciosa... ¡POR FIN LA TIA RO HA SIDO TÍA! Y estamos esperando ver la carita de esa princesa. Tía Ro... ¡no nos hagas esperar mucho, por favor! ¿Sabes? Ver que gente cercana, personas a las que quieres, a las que aprecias, personas con las que compartes por fin pueden ver las caras de sus tesoros me hacen seguir manteniendo la ilusión y soñar con que, algún día... LLEGARÁ MI TURNO.

Muchísimas felicidades, tía Ro.