Gracias

No puedo recordar exactamente el día en que esa llamada a ser padres llegó a nuestras vidas. Sé que durante muchos años visitamos las páginas de adopción, los foros de adopción, los requisitos de adopción… y que desde hace muchos años esperamos poder cumplir con ese requisito de edad requerido para poder hacer realidad este sueño. Había leído mucho al respecto, sabía que no iba a ser fácil… que las entrevistas serían duras, que el papeleo nos daría dolor de cabeza, que la espera sería eterna… pero que todo tendría su recompensa al final del camino, cuando ese hilo rojo uniera ambas puntas para no separarlas jamás.

Pero hubo algo de lo que nunca leí. Hubo algo de lo que nunca nadie me había hablado (eso es más normal porque no tenemos ni un caso de adopción cercano) y ese algo es “lo que encontraría en este camino”.

Nadie me contó que conocería a personas que pasarían a ser extremadamente importantes en mi vida. En ningún momento leí que esas personas a las que en muchos casos no puedes ni siquiera ponerles cara, serían las únicas personas que recuerdan exactamente la hora de tu entrevista, el momento en que entregas un papel, el momento en que esperas una llamada…

Es extremadamente curioso cómo, sin ni siquiera conocerte… son capaces de enviarte un mensaje antes de que tus lágrimas caigan y que sean capaces de describir exactamente cómo te sientes... ¡sin que salga una palabra de tu boca! A veces tienes la sensación de que te ven, de que son una sombra a tu lado, de que se han convertido en un trozo de ti. Personas que no te conocen, personas que nunca antes se han cruzado en tu vida, desconocidos que sienten como tú, sueñan como tú y anhelan como tú.

A ellos quiero dedicarles este mensaje. A todas esas personas que están ahí de una forma incondicional y que no te dejan caer… porque entre todas sus manos, enlazadas, construyen una red para que nunca llegues al suelo.

Gracias Xelo, gracias Paloma, gracias Gloria… Sin vosotras, y sin todos esos desconocidos que en breve se unirán a este camino, tendría la sensación de estar más sola que nunca.