Este finde no he dejado de pensar en una persona que sabía sufriría al terminar el finde. Tenía que enfrentarse a una separación que será muy dura para ella. Es una persona que lleva poco tiempo en mi vida pero que se ha convertido en una persona muy importante para mi. Cuando sufre, yo sufro.
Su flor favorita es la margarita así que hoy, cuando he recibido su mensaje diciéndome que "tenía el corazón partío" le he mandado un ramo de margaritas con un mensaje que decía "para curar el corazón partío". Y esto no tendría ninguna importancia si no fuera por la suerte que he tenido para poder enviar las flores.
He llamado a todas las floristerías cercanas a su lugar de trabajo y no me cogían el teléfono hasta que tras varias llamadas he conseguido hablar con una señora increíblemente amable que me ha dicho que enviaba el ramo sin problemas. Lo más curioso ha sido que le he dicho que le hacía una transferencia y se ha fiado totalmente de mi; no me ha pedido mis datos, no me ha pedido mi teléfono, ¡no me ha pedido nada! Me ha dicho que no podía enviarle el justificante por fax ni por mail y que no pasaba nada, que ella enviaba el ramo y que vería en el banco que se lo había pagado.
A veces me sorprendo enormemente de la gente tan INCREÍBLE que te puedes encontrar en el camino. No sé si la sorpresa se la ha llevado mi amiga o me la he llevado yo con la floristería. Increíble, de verdad.
Ojalá las flores ayuden a curar un poco ese corazón partío.
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