lunes, 28 de enero de 2013

28 ene 2013... 4 años y medio ESPERÁNDOTE

El número 15 se ilumina en rojo en la pantalla y sonrío. La "niña bonita" pienso. Y sonrío. El cielo está raso y el viento ha cesado. La luna llena de anoche está perezosa y no se quiere esconder. Pienso en nuestra vela roja de anoche y en cuántas velas más se encendieron... ¿con qué motivos se encenderían? Imagino que serán muchos y muy diversos. 

Me pregunto cuántos adoptantes encendieron anoche una vela. Me pregunto cómo quedarán si colocamos esas velas una tras otra delante de la luna. ¿Hasta dónde llegarían? De momento la luna queda a mi espalda pero espero a la rotonda para volver a mirarla de frente.

Me pregunto si desde China la luna se verá igual de redonda y bonita. Allí ya estarán comiendo o ya habrán comido y la luna habrá desaparecido de su cielo. Son las 7:42 de la mañana. Hoy es día 28. Hace exactamente 4 años y medio desde que algún funcionario colocó el 28 de julio de 2008 sobre nuestra solicitud de adopción. Sonrío. Poco tiempo antes, cuando se gestó en nosotros la decisión de adoptar, las asignaciones estaban tardando 2 años y medio. Hoy hace 4 años y medio que esperamos y nos quedarán  al menos, otros 4 más para saber, sencillamente, si el expediente es o no viable. Quizás pasen 8 años y únicamente podamos ver cómo los sueños de tantos y tantos años se diluyen en el tiempo para desaparecer. Quizás nunca conozcamos a nuestro hijo... pero esto no lo sabremos hasta que la asignación esté próxima . No queda otra que seguir esperando. 

Hoy mi corazón sonríe. Me he dado cuenta de lo afortunada que soy sencillamente porque la vida me ha puesto delante un nuevo reto laboral que consume absolutamente todo mi tiempo. Ahora ya no tengo esas horas extras en casa que antes dedicaba a la adopción. Acabo el día tan agotada que únicamente tengo tiempo de recordar que sigo esperando... así, sin más. 

Creo que el destino se ha apiadado de mí dándome una tregua, ocupando mi mente en cosas tan importantes y diversas para mí que ya no puedo dedicar a la adopción tantas horas de mi vida. Estoy segura de que el destino no lo hace por casualidad; él sabe de mi dolor, él conoce mejor que nadie mi llanto y esta terrible espera que alcanza cada vez más meses. El destino está de mi lado porque hoy, cada vez que he buscado la fecha en el calendario, he sonreído. Mi corazón sonríe feliz sencillamente porque es 28... y porque no tengo más tiempo de pensar en esta espera tan enfermiza, esta espera tan incierta. No es la espera lo que me estaba consumiendo, sino la incertidumbre de saber que quizás tras años y años de espera, mi sueño de maternidad se convierta en nada. 

Aún así... he tenido que celebrar este día. Hoy me he dedicado unos minutos para escuchar una de las canciones que me hace estremecer el alma cuando la escucho. No sé si seré madre algún día pero si lo soy será exactamente como dice en esta canción; "Con la lluvia de invierno, con mis primeras canas, llegaste a mi vida..." Porque estoy segura de que si algún día esta eterna espera llega a su fin... será invierno (quizás en mi cumpleaños) y tendré muuuuchas canas. 


6 comentarios:

Anónimo dijo...

preciosa cancion. para mi es imposible escucharla sin derramar lagrimas a raudales

Chiquita adorada dijo...

Te oigo más animada, y eso me encanta!! Y así, cuando menos te lo esperes, tu hijo/a estará llegando, porque de eso estoy segura, llegará!!

Esta canción también es parte de nuestra historia, la usé para festejar los cinco años de la llegada de mi niña marinera y marcó el inicio de mi blog:

http://chiquitaadorada.blogspot.mx/2011/07/cinco-anos.html

Te dejo un abrazote!!

Arizana dijo...

Guapa, te mandamos un beso gordo sin babas desde Arizona city. cuando quieras aquí estamos para achucharte!!!
Mónica

Susana dijo...

Por dios, que entrada más bonita y llena de esperanza. Me he emocionado muchísimo. Ojalá tuviera una bola de cristal para ver el futuro y saber lo que ocurrirá. Gracias a Dios que el tiempo pasa volando y no te da tiempo a pensar, porque sería para volverse loca de remate. Un abrazo amiga, seguimos en contacto

Ferdy dijo...

La luna es más bonita allí que allí y espero que tu pequeña ya la esté viendo para que pronto podáis verla juntas. Todo mi cariño, eres muy especial. Besitos creativos.

Anónimo dijo...

Ufff hacía tiempo que no leía algo tan emotivo y que me tocara tanto por dentro, recuerdo que yo también me preguntaba lo mismo...si mis hijos mirarían la luna, me parecía un nexo en la distancia.

Te aseguro que ese hilo rojo existe y tiene a tu tesoro esperandote desde el otro extremo.

Un besito, Silvia, ha sido un placer encontrar tu blog