jueves, 17 de enero de 2013

De vacaciones

Llevo un tiempo desconectada y el motivo no ha sido otro que las vacaciones. Cogí las vacaciones después de terminar las fiestas y claro... he vuelto después de todo el mundo. 

En enero celebro mi cumpleaños. Es un día que me encanta y que desde hace unos años decidí que uniría el día de mi cumpleaños con lo que más me gusta hacer; VIAJAR. Así que este año nos escapamos unos días a la preciosa Estambul la cual nos regaló, además, una nevada increíble que hizo que la ciudad fuera la más romántica del mundo. 

Este año hemos viajado con mi sobrina puesto que su regalo de cumpleaños era un viaje internacional y éste ha sido el destino elegido. Debo decir que Estambul es un destino muy chulo culturalmente para niños y que el trato de los turcos hacia los niños es increíble; mi sobrina se sintió como una princesa. Entre la nieve, la buena comida y el trato... ha sido un viaje muy especial. 

El día de mi cumple me despertaron unas preciosas mariposas de papel revoloteando por mi cabeza con unos mensajes preciosos. Luego abrí mi regalo; unos mapas para rascar en los que debes ir descubriendo los lugares que has visitado y después nos marchamos a celebrar el cumple de forma especial: este año tocaba un hammam turco. Para poder disfrutarlo los tres juntos (puesto que los baños turcos en Estambul no son mixtos) debimos acudir al único mixto que hay en la ciudad; el Hammanm de Sultanahmed. Allí disfrutamos de la sauna, del peeling y del masaje que hizo que los tres quedáramos de lo más relajados. 

El año pasado lo celebramos en Bangkok con un masaje tailandés. Este año ha tocado un hammam turco en Estambul... ¿qué haremos el próximo año? Mmmmmmmmmm... ya voy pensando. 

Muchas veces la gente me pregunta por qué me llevo a mi sobrina a los viajes. Para mí, viajar es la mejor cultura que puedes tener y creo que esto se aprende en la infancia. Estoy totalmente segura de que mi sobrina será una gran viajera de adulta y su tía le está enseñando todos los trucos para viajar donde quiera de forma económica. Son muchos los motivos por los que creo que los niños deben viajar: 
Porque aprenden geografía: ahora sabemos dónde está el Mar de Mármara, el estrecho del Bósforo, el cuerno de Oro, cuál es la capital de Turquía...etc ¡Y no ha hecho falta un libro!
Porque aprenden historia: los otomanos, los griegos, los turcos, el imperio bizantino... ahora todo reside en la cabecita de mi sobrina. 
Porque aprenden economía: ¿qué moneda se utiliza? ¿Cómo está el cambio? ¿por qué no utilizan la misma moneda que nosotros?
Porque aprenden sobre la gente y la cultura; ahora sabemos que hay que descalzarse para entrar en una Mezquita, que los musulmanes no comen cerdo ni beben alcohol, el idioma que se habla, los dialectos... etc, etc. 
El respeto: me parece realmente importante enseñarles a respetar otra cultura por muy diferente que sea a la nuestra. 

Y es que yo creo que el mejor regalo que le podemos dejar a los nuestros es, sencillamente, descubrir con los ojos lo que otros tienen que aprender con los libros. 

Dime algo y lo olvidaré. Enséñame algo y lo recordaré. Hazme partícipe de algo y lo aprenderé para siempre. 

4 comentarios:

Chiquita adorada dijo...

Muchas felicidades, qué buena manera de festejar el cumple!! Nunca he estado en Turquía, le tengo muchas ganas.

Buenísimo llevarte a tu sobrina de viaje. Nosotros nos llevamos a Moni a Europa el verano pasado y vaya que aprendió cosas. En el momento no le entusiasmaron mucho los museos, pero ahora ya de vuelta en México pregunta que cuándo iremos de museos!!

Te mando un abrazote, sigue festejando!!

Alejandra

Susana dijo...

Jolín Silvia, toda una lección para los que somos maestros... ains! qué suerte no tener miedo a volar! pero ya te digo yo que Europa la pienso recorrer con mi hija... y la caravana!

Cuaderno de Retazos dijo...

¡Felicidades y unapreciosa entrada¡

Lidia dijo...

Que envidia que me das!!. Estoy completamente de acuerdo contigo, el único problema en muchos casos es el económico aunque en realidad se pueda viajar con mucho menos de lo que pensamos.
Bicos.