martes, 12 de febrero de 2008

El hilo rojo

Quedaban apenas 20 minutos para que fueran las 14 horas. Mirábamos el reloj y verificábamos cómo avanzaban los números en el contador. Intentábamos detenerlo, parar el minutero con nuestros dedos para que no avanzara ni un minuto más. Todavía teníamos varias personas delante y el miedo de no llegar a tiempo estaba presente.

Apenas cinco minutos antes de las 14, el marcador colocó nuestro número en la pantalla... un número rojo. En aquel momento ni siquiera éramos conscientes de que este color sería, de ahí en adelante, un color siempre presente en nuestras vidas.
Nos sentamos frente a la persona del Registro. Uno tras otro fuimos sacando todos y cada uno de los papeles hasta completar toda la documentación requerida. Tras el último sello, la fecha 26/11/07 quedaría para simpre grabada en nuestras vidas.
Fue el último expediente del día, el último expediente que el destino quiso que quedara colocado el primero del montón. Nos levantamos de la silla, nerviosos, sonrientes... nos cogimos de la mano y salimos a la calle.

Habíamos decidido ser papás. Había llegado el momento. Una decisión muy meditada que llegaba en una fecha nada especial... pero que a partir de aquel día sería importante en nuestras vidas.
Desde ese momento supe que probablemente nunca más deseemos detener el tiempo, sino todo lo contrario. Probablemente nunca más queramos detener ese reloj hasta el momento en que podamos sentir a ese pequeño ser, nuestro hij@, por primera vez en nuestros brazos.

Un día cualquiera intentamos detener el reloj para acercarnos a ti. Un número rojo decidió que así fuera. El azar hizo que nuestro expediente fuera el último... y a su vez el primero.

En oriente... nuestr@ hij@ agarraba el anudado hilo rojo para no soltarlo jamás. Y no pararemos hasta desenredarlo del todo. Y allí, al final... nos encontraremos.

2 comentarios:

Manu y Xelo dijo...

Lo sabía, sabía que me iba a emocionar con tu primera entrada, si es que ya se os ve en los ojos, unos ojos llenos de ilusión, limpios, alegres. Tenéis mucho para dar.

Vuestro hilo ha comenzado a desenredarse, y ya no parará hasta que os encontréis, hasta que llegue ese primer abrazo.

Un besazo para los dos, y no dejéis de escribir, será un bonito regalo para ese pequeño ser tan especial que os espera en oriente!!

xelo

Manu y Xelo dijo...

aahh!! y me han encantado las fotografías, que xulas!!!!!!