Postadopción 2

Antes de nada quiero daros las gracias a todas las personas que me estáis enviando mails, respondiendo a mis preguntas en vuestros blogs, enviándome vuestras palabras. Es muy gratificante ver cómo sí existen padres dispuestos a compartir parte de su historia sin necesidad de vulnerar la intimidad de sus hijos. Es cierto que la espera se vive quizás a la DESESPERADA y que cuando el peque llega a casa apenas tenéis tiempo para contar cosas. Por supuesto que a mí me alegra saber cómo están esos cibersobrinos a quién yo esperé también junto a sus padres, con quién lloré en el camino y a quién me encanta ver crecer pero entiendo que no tenemos ningún derecho a invadir la intimidad de nadie. Lo que echo de menos son vuestras historias de madres, las madres que antes escribíais sobre la espera y que ahora ya os encontráis en otra situación. Me gusta saber cómo os sentís, cómo ha cambiado vuestras vidas. Quizás antes erais anti-colecho y ahora os dais cuenta de que vuestro hijo lo necesita. Quizás ahora sois más antipáticas con los desconocidos que os asaltan invadiendo vuestra intimidad en la calle. Quizás antes nunca había desconocidos que os asaltaban.

Yo no pretendo, al menos yo, utilizar esta información para criticar ni dañar a nadie; sencillamente pretendo ser consciente de que si el día que veo la foto de mi hijo no siento nada, no soy un bicho raro. Quiero saber que si cuando se produzca el encuentro no siento ese amor increíble no soy un bicho raro. Quiero saber que si muero exhausta del cansancio al llegar a casa no soy un bicho raro. Quiero saber que si de momento lloro de la desesperación, siento que la situación me supera por determinado hecho, no soy un bicho raro. Quiero estar preparada para lo que pueda encontrarme, independientemente de que vuestras historias sean subjetivas (como lo es la espera) pero son REALES. Son vuestra REALIDAD. Toda esta información la comparten madres biológicas a diario… ¿por qué no lo hacemos las adoptantes? Que si mi hijo hace, que si le pegan en el cole, que si saca malas notas, que si el profesor hace o deshace, que si lleva fatal la separación de mi marido, que si siente esto o lo otro… A veces siento que en el mundo adoptante hay un recelo especial. No debe girar la vida entorno a la adopción pero es cierto que habrá algunas cosas que jamás pensasteis que os ocurrirían y que os ocurren. Eso, eso es lo que me gusta saber, pero desde vuestra visión, como madre o padre.

Haré un recopilatorio de todo lo que estoy leyendo estos días (y releyendo) porque no sabéis cuántas cosas he descubierto. No pondré nombres ni apellidos, sencillamente hablaré de lo que contáis; de los sentimientos, de la llegada a casa, del racismo, de que no es raro sentir “depresión o cansancio postadopción”. Es curioso que hay muchas cosas que se repiten en vuestras historias y me encanta; como el colecho o que la parte médica os ha preocupado menos al ver a vuestros hijos sanos. Podemos leer muchos libros pero al final, las historias reales (aunque subjetivas como vosotras las llamáis), son las más auténticas de todas.

He intentado responder a vuestros comentarios en la entrada anterior y desde el teléfono me salen las respuestas debajo de vuestros comentarios pero en el ordenador y lo veo todo debajo. No sé… misterios informáticos.

Sólo deciros GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.