viernes, 25 de septiembre de 2009

Esperándote - contraportada

Como podréis imaginar, elegir la portada fue tarea sencilla ¡no me pude resistir ante este boceto! Creo que fue de los pocos dibujos del cuento que no sufrió ningún tipo de modificación… ¡o de los únicos! Tenía que darme un capricho. Y éste fue mi capricho del cuento.

Elegir la contraportada tampoco fue complicado. Recuerdo que estábamos con el diseño de la contraportada, que fue de los últimos, mientras vivíamos intensamente la espera de qué ocurriría con el juicio de Silvana y Carlos. Sí, Silvana y Carlos, los padres de Aynalem, Wondosen, Demisew y Johannes. He intentado contactar en muchas ocasiones con ellos para contárselo pero no lo he conseguido así que hoy me permito contarlo (perdona, Silvana, que te enteres de este modo, pero es que no conseguí que me contestaras ni a un solo mail. ¡Es lo que tiene tener 4 hijos!)

Así que, en honor a ellos, dibujamos los 4 peques etíopes: los dos niños que están peleando sobre el cuento son Wondosen y Demisew. Aynalem y Johannes están sentados en el borde del cuento, también ESPERANDO. Ya, vale, ya sé que Johannes es más pequeñito… ¡pero es que no sabía cuánto tardaríamos en tenerlo listo! Está chulo, ¿eh? A mí me encanta.


miércoles, 23 de septiembre de 2009

Esperándote - mi cuento



Hoy es una noche muy especial para mí y quiero compartirla con todos vosotros.

Hace ya más de un siglo, el filósofo cubano José Martí escribió una frase que prácticamente todos hemos escuchado más de una vez en nuestra vida: Un hombre para ser completo, ha de plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.

Desde el día en que empecé el camino de la adopción, la idea de escribir un cuento narrando todo lo que estaba viviendo, se convirtió en un sueño para mí. Un precioso sueño que me llevó, de forma fortuita, a conocer a Maria José, la ilustradora de mis palabras, que soñaba con dibujar un cuento infantil. Fue entonces cuando la casualidad o el destino hizo que juntas, madre adoptante e hija adoptada, hicieran de Esperándote una realidad.

Esperándote cuenta la historia de cómo los lazos unen a padres e hijos. Inspirado en el diario de una espera, refleja la esperanza, el nerviosismo y la alegría tras el encuentro.

Pocas veces uno tiene la sensación de tener un sueño entre las manos, pero ésta es la sensación que tengo yo hoy y que quiero compartir con todos vosotros.

Si queréis ver un poquito más de mi cuento, visitar www.adopcionencuento.es

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿Biológica o Adoptante?

¡Que terminé! ¡Y que he aprobado con muy buena nota! ¡Y que he aprendido muchas cosas! Sí, por fin tengo el “titulito” de EXPERTA UNIVERSITARIA EN ASESORAMIENTO EN MATERIA DE ADOPCIONES. La verdad es que tras un curso tan intenso, uno reflexiona sobre muchísimas cosas. Lo hice porque sabía que, personalmente, me aportaría muchas cosas. Y así ha sido. Estos días, por diferentes motivos, he estado reflexionando sobre la maternidad biológica y la adoptiva.
Creo que ya he comentado alguna vez que yo, a pesar de que no tengo ningún impedimento para ser madre biológica, decidí la adopción como mi camino hacia la maternidad. Cuando tuvimos que enfrentarnos al CI rebusqué entre foros, blogs, comentarios y millones de rincones de internet los posibles inconvenientes de ADOPTAR pudiendo TENER HIJOS. Aprendí muchas cosas de esas lecturas y la más importante es que… ¡cada caso es un mundo! Y el mío, podía ser diferente. Había una cosa que me sorprendía y es que parecía no haber ningún problema para ADOPTAR cuando ya tienes hijos biológicos, pero la cosa no planteaba igual cuando adoptar es tu primera opción.

Ahora miro atrás y sonrío. Sólo una vez durante toda la valoración me preguntaron ¿por qué? Fui clara en mi respuesta. No hubo ninguna pega. Puedes adoptar pudiendo tener hijos. En mi curso de postgrado hubo muchísimas cosas que subrayé y que iré compartiendo poco a poco, conforme vaya teniendo tiempo. Hoy quiero compartir algo que me encantó sobre las diferencias entre PATERNIDAD ADOPTIVA y PATERNIDAD BIOLÓGICA, y es lo siguiente: En la paternidad adoptiva existe toda una serie de manifestaciones sociales que no se encuentran en la paternidad biológica entre las que podemos destacar que no se realiza el mismo ritual de bienvenida del nuevo miembro de la familia (puesto que, en muchas ocasiones, ni nuestros vecinos saben que vamos a tener un hijo), existen unas incertidumbres añadidas durante el tiempo de espera puesto que LA ESPERA no tiene fecha prevista en un calendario lunar (dios… ¿cuándo llegará? ¡POR QUÉ NO SON 9 MESES!), existe una evaluación de las capacidades parentales (el famoso CI que trae de cabeza a todo adoptante) ni tampoco existe la preparación emocional apoyada por la fisiología que el embarazo reporta. Curiosamente tampoco existen modelos de comportamiento de los que poder aprender, ni se puede atribuir al abuelo/padre/hermano ese rasgo del carácter tan especial.

Y hoy recuerdo una pregunta que un amigo me ha hecho muchas veces: ¿por qué adoptas cuando implica mucho más sufrimiento del que supone tener un hijo biológico? Mucho más esfuerzo, mucha más espera… Y yo siempre contesto lo mismo: cuando lo sientes tan dentro, aunque desesperes, sabes que haces lo correcto.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Updating

Hace mucho tiempo que no escribo y es que últimamente apenas tengo tiempo para nada; muchísimo trabajo, muchísimas tareas... y al final tanto agotamiento deja a una sin ganas de llegar a casa y conectar... ¡es lo que tiene!

Hace muchos días que tenía ganas de hacer fotos de los regalitos que vamos comprando o que van llegando, poco a poco. Y hoy... los comparto. ¿Qué os parecen?

Mi colección de chinitos


El chinito es el que hace más tiempo que está en mi casa... diría años y años, incluso antes de que hubiéramos empezado nuestro camino a China. Llegamos de vacaciones un año y estaba metido en mi cama. Fue una gran sorpresa. ¿Será un niño? ¿Será el destino?

La chinita llegó poco después y le compré ropita nueva. Me encanta.

Y la tercera chinita llegó en mi cumpleaños... muy blandita y monísima.

Botecito para los dientes y saltador de mariquitas


No pude restistime.

Pijamita

Éste fue un capricho de la futura abuela materna. Sí, aunque parezca pequeño es para 9 meses (es que tuve que colocarlo un poco para poder hacer la foto y parece más pequeño). Quizás no lo use nunca porque tenemos CI de 0 a 3 años, pero es una auténtica monada.

Y esto es todo por hoy.