Ayer fue día 28. Hemos pasado el finde perdidos entre la niebla en una casa sin cobertura móvil a menos que subiéramos al tejado. No sabía que cambiar de compañía y perder la conexión iba a ser tan sumamente gratificante; sin teléfonos que suenen, sin trabajo, sin internet... Plena dedicación a los libros y a aquellos que te rodean. Naturaleza increíble bajo la niebla que tanto me gusta. Agua, agua, frío, chimenea y calor familiar.
Ayer hizo 4 años y 9 meses que esperamos y por primera vez en tantísimo tiempo debo confesar que estoy feliz de ser 2 hasta el punto que empiezo a plantearme si de verdad no quiero que seamos 2 para siempre.
Y es que hay muchas cosas increíbles siendo dos. Y el tiempo pasa... Y nos hacemos mayores y, lo que es más notorio... mucho más cómodos.
En fin... el tiempo dirá si el destino está cambiando mi rumbo hacia una no maternidad deseada y elegida. Dicen que todo pasa por algo... ¿será por esto que no he sido madre? El silencio, la tranquilidad, el ir a tu ritmo, el dormir cuando te apetece, el salir corriendo de cena o de viaje sin pensar en lo que tienes que llevar, el preparar tu próximo viaje sin tener en cuenta el colegio...