Hace ya más de un siglo, el
filósofo cubano José Martí escribió una frase que prácticamente todos hemos
escuchado más de una vez en nuestra vida: Un hombre para ser completo, ha de plantar
un árbol, tener un hijo y escribir un libro.
Desde el día en que empecé en
el camino de la adopción, la idea de escribir un cuento narrando todo lo que
estaba viviendo, se convirtió en un sueño para mí. Un precioso sueño que me
llevó de forma fortuita a conocer a Maria José, la ilustradora de mis palabras,
que soñaba con dibujar un cuento. Fue entonces cuando la casualidad o el
destino unió a madre adoptante e hija adoptada para hacer de Esperándote una realidad.
Esperándote cuenta la
historia de cómo los lazos unen a padres e hijos que se encuentran en partes
diferentes del mundo. Inspirado en el diario de una espera, refleja la esperanza, el nerviosismo y la
alegría tras el encuentro.
Un año después vio la luz ¿Por
qué no estuve en la barriga de mamá? A través del título y de todas las páginas
de este cuento intentamos dar respuesta a la pregunta que se hacen muchos
menores adoptados. Estar o no estar en la barriga de mamá no es lo que les
convierte en nuestros hijos. A nuestros hijos no los trajo la cigüeña pero
recorrimos grandes distancias hasta encontrarles.
En abril 2012 llega el tercer
cuento para terminar la trilogía; Tiku y su adopción. Tiku es un canguro que fue
adoptado por su familia cuando era muy pequeño. Con la intención de no perder
ni un solo detalle más de su historia, la familia de Tiku metió en una caja
todos los recuerdos importantes de la vida del pequeño. Hoy, el día de su
octavo cumpleaños abrirán la caja. ¿Qué contendrá? ¿Averiguaremos cómo era su
madre biológica? ¿Podremos saber qué ocurrió en aquella estación de tren donde
le encontraron? ¿Seguirá Tiku teniendo miedo a la separación? ¿Qué conserva de aquellos
días antes de llegar a casa?
Ya tengo plantado el árbol y escrito el libro. A la espera de ser completa.