Y hoy... para inaugurar LA ESPERA en la que ya nos encontramos... una publicación que me hizo sentir muy pero que muy identificada... ¡y eso que no he llegado a vivir el proceso completo!
¿Que pasa cuando los niños no vienen de Paris?¿Son las nauseas en los primeros meses un estado natural de cualquier futura madre?¿Cómo preparar la canastilla cuando el embarazo es burocrático?
Primeros Meses - Estoy en casa, rodeada de papeles: certificado de penales, declaración de la renta, libro de familia, empadronamiento..... He contado mi vida y la de mi marido por tercera o cuarta vez a un psicólogo y a una trabajadora social y ya alguien desconocido perteneciente al poder local, ha decidido que somos idóneos para ser padres de una niña o un niño de no se sabe que edad o circunstancias. Me encontraba planificando los pasos siguientes de papeles a legalizar para poder entregar toda la documentación cuando, de pronto, he sentido nauseas.
"¿Será el desayuno? ¿Me habré constipado?". "NO"- me ha dicho una voz interior, "es que estás embarazada".
He mirado con arrobo todos aquellos legajos santificados con sus sellos oficiales. "Es cierto, estoy en los primeros meses de mi embarazo burocrático", me he dicho transfigurada.. Inmediatamente he llamado a mi madre. Ha sido inútil, no me entiende: ¡Piensa que debo tomar una aspirina!
Meses Después - Mi embarazo burocrático avanza lento pero seguro. Todos los papeles están ya en el país de mi hija y todo va bien.Decido atender a mis propias emociones sin intentar compartirlas ¿Que me piden mis hormonas femeninas ya en fase prematernal? ¿Que susurra mi corriente sanguínea circulando feliz y renovada? Tras escucharlas atentamente, he partido rauda rumbo a unos grandes almacenes.
En la planta infantil, como por arte de magia, aparece una dependienta:
- Dígame señora,! ¿Para cuando lo espera usted?
- "Pues.....todavía falta mucho"
- "Entiendo, esta usted al principio. A ver, empieza la primavera... le conviene pensar en el invierno"
- Verá, yo creo que será mas bien para el verano.
- Ya, para cuando tenga unos meses.
- No, es que estoy con la idea de que tenga ya un par de años.... por lo menos.
La mirada de la vendedora expresa alarma.
Salgo de los grandes almacenes sin comprar nada porque ¡a ver! ¿De que edad? ¿Que talla? Pero lo he pasado muy bien. Estoy disfrutando mucho de mi embarazo burocrático.
Muchos meses más tarde - Ya hemos celebrado un par de reuniones de preparación que deben ser comparables a las ecografías (ja, ja). Hemos conocido a nuestros compañeros de viaje y todos estamos igual de nerviosos. Todos hablamos de lo mismo ¿Cómo será?¿Estará bien? Nuestras diferencias con las otras embarazadas-decimos-, es el no saber la edad de la pequeña y la incertidumbre de que esté o no bien cuidada en el orfanato....o donde esté. Con los nervios muchas parejas fuman bastante. El embarazo burocrático permite algunos excesos vetados en el embarazo biológico, filosofeamos. En cambio, frente a la Administración y los psicólogos, la
concepción por el método tradicional es bastante mas divertida.
Ya unos años y pico - ¡ya está! ¡Nos han asignado a nuestra hija! . Aquí esta la foto. Y el informe. ¡Es preciosa!. Estamos en la fase final. ¡Casi hemos salido de cuentas! Durante este proceso me he mordido levemente las uñas en los ataques de ansiedad. Ya no será necesario combatir tan fea costumbre. Desde que llegó la asignación, no tengo uñas.
He vuelto a los grandes almacenes pisando firme. Y he realizado mis compras con voz clara y rotunda. "Ropa de niña de talla 2 a 3 años, por favor" ¡Ajá!
Asimismo he localizado el osito adecuado y otras cosas imprescindibles que tenia ojeadas desde hace tiempo, (bastante tiempo).
Me siento feliz y aliviada como imagino que deben sentirse las elefantas al romper aguas después de meses, meses y meses de gravidez. Cierro mi diario y voy a recoger los billetes de avión. Ahora viene el final: el parto ¿sin dolor?. Bueno, ya veremos.....
De Sensi Zamora