Hoy, noche de luna llena, repaso todas las piedras que he ido encontrando en mi camino; mi situación personal ha cambiado con respecto a la solicitud inicial de adopción internacional, los requisitos de los países se han endurecido, al intentar abrir dos países más uno cerró por guerra y el otro por irregularidades, al intentar adoptar un niño mayor (ojo, que mayor es de "más de 5 años") la administración dice que no me dan el certificado de idoneidad por ser muy joven...
Y pasa el tiempo... y cuando me toque asignación, si algún día llega, seré demasiado vieja para un niño de los que ahora tengo que esperar. Y será entonces cuando pueda optar a un niño más mayor... ¿o no?
Dicen que cuando llegas al final entiendes por qué debiste esperar tanto. Yo, sin embargo, creo que la espera nos hará cambiar el rumbo.
Hoy es luna llena. A miles de kilómetros de casa enciendo mi vela.
2 comentarios:
Silvia es tan difícil dar ánimos para una situación tan desesperante, que lo único que puedo decirte es que mientras tu corazon necesite estar al pie del cañon, siguele, no decaigas, continua sin dudar, porque todo tiene un fin, una meta que alcanzar y mientras que la persigas, existirá, te lo digo yo que estuve al límite alguna que otra vez.
Animo chiqui, sé fuerte, y aunque estés a mucha distancia te mando todo el cariño y la fuerza que puedo.
Un beso,
María J.
Ay cielo, hace tanto que me perdí en el laberinto en el que se ha convertido tu proceso, dando tumbos de país en país, iniciando un proceso de acogida a la vez que un proceso de adopción. Ya la vida nos complica mucho las cosas como para coger nosotros mismos caminos tortuosos. Realmente sufro por las personas que luchan por objetivos realistas y se les complica su proceso, pero el tuyo dejó de ser un objetivo realista hace mucho. Hay que saber parar a tiempo y rectificar. Besos
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