viernes, 18 de diciembre de 2020

SÍ, hemos dicho que sí

Intenso. Así diría que ha sido el día de hoy en el que no sólo hemos aceptado el ofrecimiento sino que además tendremos al peque en casa en 5 días. 

Hemos llegado a Consellería a las 9:00 y tras pasar todos los controles y subir al piso correspondiente, nos han recibido dos técnicos que han comenzado su charla diciendo "entendemos perfectamente que digáis que no. Ha pasado mucho tiempo y entendemos que estéis en shock". Fuimos muy sinceros y les comentamos que queríamos escuchar el ofrecimiento que tenían para valor si nos sentíamos preparados y que no sería un "sí o un no a este ofrecimiento" sino que sería un "sí o un no" para siempre a la adopción. O ahora o nunca... estaba bien claro. Os confieso que llevábamos todo preparado desde casa; no direcmos que sí ni que no hasta el lunes. Total... hoy es viernes y no pasará nada si lo pensamos el finde. No podemos cambiar nuestra vida en 5 días y no reflexionar al respecto. Arranqué este proyecto estando sola hace 10 años y ahora somos 4 en casa (mi marido, sus dos hijas y yo). Las chicas, de 16 y 20 años, nos dijeron que apoyarían la decisión que tomáramos y que la respetarían pero que querían compartir con nosotros que simpre soñaron con tener un hermano. 

La técnico empezó a leer el expediente mientras nosotros, cogidos de la mano, escuchábamos. Hicimos unas cuantas preguntas y pedimos que nos dejaran solos. Y en ese momento, miré a mi marido, me llené de ronchas (que me suele pasar en los momento intensos) y le dije que no tenía clara la respuesta. Él me miró, me cogió de la mano y me digo que él no iba a esperar hasta el lunes para tomar una decisión, que no iba a pasar otra noche sin dormir, que decidiéramos que sí o que no en ese mismo momento. Y el vértigo se apoderó de mi. La organización de la vida. El trabajo. Mis viajes. Cómo encajar un bebé en nuestra familia. Él, que parecía que le habían pinchado un valium, me dijo que sin duda no cabía un bebé en nuestras vidas como eran pero que tendríamos que priorizar de otra manera; dejar de hacer cosas para encajar lo que estaba por venir. Él me preguntó si había algo que me dijera que no. Que escuchara mi estómago. Mi estómago me decía que tenía angustia, hambre, cosquilleo, dolor, risa nerviosa... ¿Qué mensaje debía escuchar en todo esto? Así que le dije que tenía vértigo, mucho vértigo. Que tenía la sensación de estar al borde de un precipicio sin saber qué tenía que hacer; si saltar o agarrarme fuerte. Justo delante teníamos unas ventanas enormes y estábamos en un piso 7. Así que él me dijo que él pensaba que teníamos que saltar juntos. Que le diera la mano. Que al final nuestra vida estaba llena de locuras. Que llevaba toda la vida siendo madre de otros que no son mis hijos y que si no era ahora, no iba a ser nunca. Así que llamamos a la técnico para decirle que teníamos una respuesta. Y subió diciendo que entendía cualquier decisión que hubieramos tomado. Y le dijimos que SÍ. Que estábamos preparados y asustados. Y entonces nos dijo que tenía unas fotos, que si queríamos verle. Y que además teníamos que empezar con la adaptación ya, porque la última niña que había salido en adopción con un poco más de tiempo que él necesitó que sus padres se integraran entre los cuidadores porque no había forma de ganársela. Y nos entregó las fotos. Y sonreímos. Y arranqué a llorar... No podía parar. Les pedí disculpas y me dijeron que lo entendían. Era demasiado tiempo. Era todo muy intenso. Nos llevamos las fotos a casa (para enseñarlas a sus hermanas que esperaban que no hubiéramos decidido nada) y esa misma tarde le conoceríamos. 

Llegamos a casa porque yo tenía una conferencia en 30 min y mi marido se fue a trabajar. Mis padres viven justo en el piso de enfrente así que entré con el sobre en la mano, temblorosa, para contarles que eran abuelos. Mi madre no estaba pero mi padre sí. Estaba preparándose un café con leche en la cocina. Tenía las manos temblorosas. Le dije que tenía algo que contarle. Me dijo que si era bueno o malo y le dije que no lo sabía. Que acaba de hacer una locura. Me dijo que no estaba para sustos. Le dije que dejara el vaso en la encimera de la cocina y le enseñé las fotos: "Felicidades. Acabas de ser abuelo". Nunca jamás imaginé la reacción de mi padre. Me miró y me dijo: "hija, esto es la mejor noticia que podían darme hoy". Y me abrazó. Y se le llenaron los ojos de lágrimas, de esas de verdad y de emoción. Cogió el folio con las fotos impresas y lo miraba. Y lo miraba. Y decía: "me cago en la leche... me cago en la leche"... ¡tengo un nieto! ¿tu madre lo sabe?. Mi madre sabía que hoy teníamos la cita pero le había dicho que no se hicira ilusiones porque no sabía qué íbamos a hacer. Mi padre no sabía nada así que estaba tan en shock como yo cuando recibí la llamada. Mi madre tocó el timbre para que mi padre bajara a la calle y le dijimos que subiera. Él todavía lloraba. Ella subió y nada más entrar dijo: "¡habéis dicho que sí!" Y le entregué el folio con las fotos de su nieto. 

Salí corriendo a casa a conectarme a una conferencia. No podía concentrarme... ¡soy mamá! ¡Soy mamá! 

Dos horas después llegó mi marido y preparamos cómo decirlo a las chicas. Pusimos un plato, un vaso y un tenedor pequeño más en la mesa. M llegó primero y preguntó para quién era el plato y le dijimos que para mi sobrina. Ella se quedó mosca porque el tenedor era pequeño pero pensó que se nos habían acabado los tenedores grandes. Al rato llegó A y justo cuando se sentaron ambas en la mesa saqué las fotos y les dije: "felicidades. Tenéis un hermano pequeño". Nunca jamás imaginamos su reacción. M empezó a llorar, gritando "¿de verdad? ¿de verdad? ¿de verdad? No podía ni mirar las fotos. Lloraba y lloraba y lloraba. A empezó a llorar y no podía parar de llorar. Se abrazaron a nosotros y en ese momento... nos convertimos en familia numerosa. 

Lo mejor está por llegar... el primer encuentro... Pero este lo dejo para otro post porque ha sido intenso. 

4 comentarios:

Ana Lena Cebrián dijo...

Felicidades familia; mamá, papá, hermanas y abuelos. Cuidad de la criatura y feliz vida para todos. He llorado y me he emocionado. Gracias por compartirlo.

Anónimo dijo...

enhorabuena familia!!Me he emocionado. Se dice que quien nace en una buena familia tiene media vida hecha. El futuro de ese niño acaba de cambiar...y el vuestro también.
besos

Cristina dijo...

Hace muuuchos años q t he seguido cada finales de julio.
Hace muchos años desde q yo me leia cada uno d los blog d adopcion que encontraba...
Cuando estos blogs se contaban x decenas y por decenas tambien las publicaciones.
Hoy...no se x q....m ha dado x mirar...y me he encontrado esta maravillosa noticia.
Despued d tanto tiempo....ese hilo que no podua romperse...se ha desentedado por fin.
La vida trae siempre momntos en los que ninguna explicacion que no sea la del corazon valga...
Felicidades.Dosfruta de todo lo que venga de nuevo ahora

Sylvia Chita Lou dijo...

Me alegro infinito. Desde que nos conocimos te he buscado de vez en cuando para ver si habías desenredado el hilo. Espero que estéis todos bien. Un abrazo enorme ��